miércoles, 13 de mayo de 2009


Comienza el Conflicto


Con los primeros bailes/protesta en la calle los días Lunes (para no interferir con la actividad laboral, ya que los teatros trabajan de Martes a Domingo), fueron atendidos por el entonces Subsecretario de Hacienda Fernando Calvo quién se sorprendió que los artistas del San Martín no tuviera A.R.T. ya que él mismo enviaba el dinero para cubrir a todos los empleados, sean de planta o contratados. El desinterés que mostraron las autoridades de teatro ante los reclamos por los accidentes laborales, obligó a suspender una gira a Uruguay ya que se estaría viajando sin ningún tipo de seguro médico.
A partir de ese momento, al reclamo de una A.R.T., se le sumó el pedido del reconocimiento de la relación de dependencia, ya que la mayoría de los artistas llevaban entre cinco y nueve años en el Ballet (contándose el caso particular de una bailarina de 21 años de desempeño). Todos realizando actividades en forma ininterrumpida y cumpliendo más de 35 horas semanales. También se manifestó la necesidad de crear "oficialmente" a la compañía de ballet que lleva 30 años de actividad con el rótulo de "estable", sin que nunca haya sido creada por ningún decreto o ley.Finalmente, en su último día de gestión, el saliente Jefe de Gobierno Jorge Telerman firmó un decreto (1991/07) que otorgaba a los trabajadores artísticos los derechos que desde hace años les eran negados. Sin embargo este decreto fue ignorado por las nuevas autoridades Macristas que nunca lo implementaron e incluso lo derogaron, manteniendo en su cargo, hasta el día de hoy, a todos los directores del T.S.M. responsables de esta larga y penosa situación de ilegalidad y desprotección. El justo reclamo de los bailarines, tuvo por respuesta de parte de los directores del Teatro San Martín (Sres. Kive Staiff y Carlos Elía) y del Ballet Contemporáneo (Sr. Mauricio Wainrot y Sra. Andrea Chinetti) el despido de 7 de los artistas más importantes de la compañía. Los cuales habían decidido exponerse más que los demás, por ser los que "más bailaban" y llevaban "los roles" en las obras. Entre los 7 despedidos había 2 delegados gremiales y 4 integrantes de una junta de cultura gremial.
La actitud discriminatoria de la dirección del Teatro San Martín quedó en evidencia dos semanas después, cuando uno de los despedidos (y también delegado) Ernesto Chacón Oribe, recibió el Premio Clarín "Figura de la Danza 2007", compitiendo en una terna de 5 primeros bailarines entre los que se encontraba Julio Bocca. Este premio demostró que los despidos fueron por razones de discriminación gremial, y no por razones artísticas como lo dieron a entender los propios directores del Teatro. (para ver este momento haz click en el siguiente link: http://www.youtube.com/watch?v=-YTkq89Yqvo )
Las consecuencias para el Ballet Contemporáneo del Teatro San Martín de "las decisiones artísticas" o "despidos artísticos" fueron que; con un tercio de la compañía totalmente nueva, recién se pudo estrenar el primer programa del año en el mes de Junio, cuando regularmente siempre se hizo a fines de Marzo. A los SIETE despedidos de Diciembre de 2007 se le sumó 2 despidos más (el de Wanda Ramírez, única delegada que quedaba, y Pablo Fermani) por haberse solidarizado con sus compañeros despedidos. Además, como jamás sucedió en la historia del Ballet del San Martín, en el transcurso de medio año hubo 7 renuncias (varias de ellas provocadas por el alto grado de stress que conlleva este tipo de situaciones) por lo que sobre un total de 23 bailarines, hubo un recambio obligado de 16 bailarines en menos de seis meses… trayendo las consecuencias lógicas que pudieron notarse en el rendimiento artístico de la compañía, el incumplimiento de los cuatro o cinco programas anuales en las fechas previstas y además, la abrupta "desaparición" de una generación, provocó un corte en la natural transmisión generacional de la identidad del Ballet Contemporáneo del Teatro San Martín que se había dado a lo largo de sus 30 años de existencia.Sin embargo, las drásticas decisiones de los directivos del Teatro y del Ballet cumplieron el objetivo de amedrentar a los que quedaron e incluso a los que ingresaron al staff artístico. Es por eso que sin hacer prácticamente ninguna manifestación, los actuales integrantes del B.C.T.S.M. aceptaron seguir trabajando en las mismas condiciones de siempre.

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